Nuestra Señora del Rosario de Estelí

Nuestra Señora del Rosario.
Historia

La imagen fue trasladada desde en Continente europeo tras la fundación de Nueva Segovia. Data aproximadamente del Siglo XVII. Con el tiempo, como veneración se han originado historias que han marcado la devoción a la imagen. Tras el ataque de los piratas en la ciudad, los pobladores dejan el lugar y se asientan en la Villa de San Antonio de Pavia de Estelí, en la actualidad Villa Vieja (primer asentamiento de Estelí). Según las crónicas, a la llegada de los pobladores llevaban entre sus reliquias las sagradas imágenes de Nuestra Señora del Rosario, San Antonio de Padua y el Cristo Crucificado del Desprendimiento de las Misericordias.

Otras crónicas narran que el destino de la imagen era la ciudad de León, pero por equivocación de los bultos en el envío ésta llegó a Estelí.

Durante la Revolución Liberal del General José Santos Zelaya, el gobierno puso en vigencia una Constitución que separaba a la Iglesia del Estado. En esta reforma la Virgen perdió todas las pertenencias que hasta ese momento tenía, desde el hato de 2000 cabezas de ganado como todas las joyas que sus devotos le habían obsequiado como agradecimiento. La ley estipulaba que ninguna propiedad podía estar en manos de ningún santo de la Iglesia.

Leyendas

Durante el cambio de sitio de la ciudad, llevaban consigo las imágenes hasta quedar en el actual templo (a excepción de san Antonio de Padua, que fue trasladado con el tiempo a la Parroquia San Antonio). En 1928 la ciudad sufrió el ataque de los indios Matagalpa y la imagen de la virgen fue codiciada por ellos. Según las anécdotas narradas en crónicas de ese tiempo, los indígenas intentaron sacar la imagen de la ermita, cuando la quisieron pasar por la puerta principal, la imagen creció demasiado que no pudo ser sacada y por mucho tiempo la denominaron como la Virgen bruja, por el hecho de no poderla robar.
Nuestra Señora del Rosario cargada por devotos en las calles de Estelí.

Durante la guerra de la insurrección, la catedral se llenaba de personas que elevaban súplicas a la Santísima Virgen para que protegiera a los combatientes. En un momento quisieron abrir el camarín de la virgen para ponerle exvotos, pero no pudieron. Cuando los comabatientes volvieron de la guerra, testimoniaban haber visto a la Virgen que les regalaba agua a los caídos en combate. Al abrir el camarín, descubrieron que el vestido de la imagen estaba sucio y ahumado. Desde entonces todos los 7 de octubre, la virgen es sacada en procesión como agradecimiento por la protección durante la guerra.

Celebración

Las celebraciones en honor de la Patrona de la Diócesis y Titular de la Catedral, empiezan con la bajada de la imagen el 28 de septiembre y puesta en una tarima en el lado derecho del altar mayor. Durante nueve días se hacen los rezos de la novena y del Santo Rosario. Durante la novena una replica pequeña de la imagen sale en procesión por las parroquias. El día 6 de octubre, el mayordomo de la Virgen le cambia el vestido que todos los años es diferente. Por la mañana, los devotos asisten a la Eucaristía con la emoción de ver a la Virgen con su nuevo vestido y la decoración del año que varia.

El 7 de octubre, se celebra la serenata de la Virgen. Después de la Eucaristía solemne sale en procesión por la ciudad, cargada en hombros por sus devotos en compañía de las diferentes pastorales de la integran la catedral.